lunes, 8 de junio de 2015

¿Por qué estudiar para ser maestr@?

No se trata de que te gusten los niños, no se trata de tener una vocación profesional. 
A mí personalmente me empuja el deseo de cambiar la educación. Reproducimos la misma educación siglo tras siglo, la sociedad y la niñez han cambiado, pero no su forma de educarla.
El resultado:

  • Nuestros niños son cada vez menos felices.
  • La violencia verbal y física se ha instaurado en las aulas.
  • El fracaso escolar va en aumento, a pesar de tener hoy más facilidades para el estudio. Antes teníamos que compartir nuestros dormitorios y lugares de estudio con un montón de hermanos, ahora los niños la gran mayoría tiene un cuarto para ellos solos.
  • Las tecnologías le están robando tiempo de estudio a nuestros hijos, saben muy bien usarlas pero nadie les ha enseñado a gestionarlas.
  • Los niños se aburren en las aulas.
  • Nuestros hijos pasan muchas horas en la escuela, los escolarizamos o matriculamos en jardines de infancia muy pequeños, y a pesar de ello cada vez les gusta menos aprender.
Por todo ello el perfil ideal de maestro para nuestros días debe ser un profesional con un espíritu de cambio, alguién con el sentimiento de que no todo está hecho. Que cuando elegimos esta profesión, los niños tienen que enseñarnos mucho y que nuestra tarea es que aprendan a ser personas que sepan gestionar sus sentimientos para enfrentarse a los problemas de la vida, que adquieran habilidades sociales, valores humanos, concienciarlos de que tienen derechos pero también deberes, que sean felices con lo que tienen y que posean el don de querer superarse siempre como seres humanos. El conocimiento es un plus que tiene valor cuando nos hace más persona, más libre, y entendemos que tenemos que aplicarlo a la vida real, haciendo de él un aprendizaje significativo, y que no nos sirva solo para aprobar un examen.